Nuevo contratiempo para la ayuda de 210 euros : El anterior inquilino puede bloquear la subvención

A la Renta Básica de Emancipación (RBE) le siguen creciendo los enanos. Un año y dos meses después de la puesta en marcha de la ayuda de 210 euros al alquiler, los jóvenes se encuentran un nuevo escollo para cobrarla. Esta vez, ni el Ministerio ni las respectivas consejerías autonómicas parecen ser los culpables. Son los propios inquilinos -como ya ocurriera con los adjudicatarios morosos- o mejor dicho, los ex inquilinos que no han dado de baja su solicitud sujeta a la vivienda donde residieron los que están evitando que otros puedan disfrutar de la subvención estatal. Desde el Ministerio se recuerda que "cuando el joven firma su solicitud se compromete a notificar cualquier modificación de su situación, como puede ser un cambio de domicilio". [Descargue su formulario]

A buen seguro, Natalia D. M., madrileña de 26 años, representa a muchos de jóvenes que se han encontrado con una inesperada sorpresa al dirigirse a la oficina de Vivienda para solicitar la RBE. Tras el número catastral de su piso aparecía una tal María Luisa. Es decir, la anterior inquilina del inmueble que en su día pidió los 210 euros y que tras dejar la vivienda no registró su marcha en la Oficina de Avenida de Asturias (Madrid). "Después de esperar dos meses sin tener noticias, me metí en la web, introduje mi número de DNI y no aparecía ninguna petición registrada", declara la afectada.

Natalia, que por casualidad descubrió quién era la persona que bloqueaba la solicitud que cursó en noviembre, consiguió contactar con la tal María Luisa, que nunca llegó a cobrar los 210 euros, y le comunicó lo que debía hacer para poner fin a este problema. Natalia cree que en la oficina tampoco se habían encontrado nunca con esta situación ya que al principio le dijeron que bastaba con que la ex inquilina mandara un fax firmado con el documento donde se daba de baja, pero después le dijeron que la cosa es más complicada.

"El método que el ex inquilino debe seguir para darse de baja tiene que ser presencial o firmando un documento ante un poder judicial", le comunicaron a Natalia en Avenida de Asturias. "La segunda opción la descarté al instante y ahora, dos semanas después de ponerme en contacto con María Luisa, que en ningún momento ha puesto trabas y ha sido encantadora conmigo, aún estoy esperando que lleve el impreso de baja a la oficina de Sevilla, de donde ahora está residiendo. Bueno, y podía ser peor. Imagínate que se hubiera ido de Erasmus", señala Natalia.

Natalia opina que esta situación se podría evitar si se hubiera previsto desde un principio y que "quizá una solución sería presentando el nuevo contrato con la fecha determinada del arrendamiento de la vivienda, pero esto no sirve de nada porque en la base de datos de la consejería figura la referencia catastral". "Me han dicho que el contrato que yo tengo firmado no es ninguna prueba porque puede haber varios de un mismo piso o incluso podría estar subalquilado".

"La RBE concede por contrato. Es decir, puede haber dos jóvenes o tres o cuatro adjudicatarios que vivan en la misma vivienda y consten como titulares de un mismo documento de arrendamiento y a cada uno se le ingresa la parte correspondiente. Lo que no se puede es conceder la ayuda a dos o tres o cuatro contratos de alquiler por una misma vivienda. Esto sería un fraude", recuerdan fuentes de Vivienda.

Ante este panorama, Natalia se muestra escéptica. "Mi pareja y yo tenemos amigos que llevan mucho tiempo esperando la ayuda y cuando nos independizamos sabíamos que podríamos afrontar el pago de 900 euros al mes sin la ayuda, aunque nos vendría de perlas. Por lo tanto, no nos hacemos ilusiones. No tengo ninguna esperanza, pero voy a tocar las narices. Me parece fatal que esto se anuncie a bombo y platillo y un año después haya muchos jóvenes pasando penurias", denuncia Natalia.

'La consejería es la que debe contactar con el anterior inquilino'

Ante este nuevo contratiempo con la RBE, el Ministerio respalda, a medias, la gestión realizada por la Comunidad de Madrid. "La consejería correspondiente ha actuado correctamente al paralizar temporalmente la tramitación de una solicitud en la que el joven aporta un contrato sobre una vivienda cuyo inquilino también consta como beneficiario. Ha actuado para controlar el fraude. Eso sí, la consejería es la que debe contactar con el anterior inquilino y requerirle que informe de su nueva situación y que justifique si sigue residiendo en el mismo domicilio por el que se le adjudicó la ayuda a otro".

Después de conocer este caso, uno más de todos los que rodean a la RBE, los jóvenes que aspiren a cobrar los 210 euros deberán preguntar por sus antecesores al arrendar si aspiran a recibir la subvención del Ministerio. Desde Vivienda se manda el mensaje de tranquilidad habitual: "Para que el nuevo inquilino no sufra la supuesta falta de comunicación del anterior, la Comunidad Autónoma debe reconocerle el derecho como a todos los solicitantes. De esta manera, cuando la situación se normalice, cobrará con carácter retroactivo desde el mes siguiente de la fecha en la que hizo su solicitud".

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